BOMARZO 2007
Portal español mundoclasico.com, 25-03-11
"Un mensaje de profunda belleza", Susana Desimone
Bomarzo 2007, largometraje en video
documental-experimental sobre la ópera 'Bomarzo' de Alberto Ginastera. Duración:
150 minutos. Música: Alberto Ginastera. Letra: Manuel Mujica Láinez (basado en
su novela homónima). Producción general: Jerry Brignone. Producción ejecutiva:
Massimo Scaringella. Idea original: Massimo Scaringella y Jerry Brignone.
Dirección: Jerry Brignone. Guión de imágenes: Jerry Brignone. Camarógrafos:
Anton Giulio Onofri y Giovanni Consonni. Montaje: Anton Giulio Onofri y Jerry
Brignone.
Elenco del estreno en Washington 1967 (audio): Robert Betts, voz blanca (niño
pastor), Salvador Novoa, tenor (Pier Francesco Orsini), Richard Torigi, barítono
(Silvio de Narni), Joaquín Romaguera, tenor (Nicolás Orsini), Claramae Turner,
contralto (Diana Orsini), Manuel Folgar, voz blanca (Maerbale de niño), Andrés
Aranda, voz blanca (Girolamo de niño), Patricio Porras, voz blanca (Pier
Francesco de niño), Michael Devlin, bajo (Gian Corrado Orsini), Nico Castel,
tenor (mensajero), Joanna Simon, mezzosoprano (Pantasilea), Robert Gregori,
barítono (Girolamo Orsini), Isabel Penagos, soprano (Giulia Farnese), Brent
Ellis, barítono (Maerbale Orsini), David Prather, voz blanca (niño pastor). Coro
y orquesta de la Opera Society de Washington, dirigidos por Julius Rudel.
El pasado 10 de marzo se presentó en el Auditorio 'Jorge Luis Borges' de la
Biblioteca Nacional, el video documental-experimental Bomarzo 2007.
Se trata, indudablemente, de una experiencia novedosa que llevó adelante Jerry
Brignone sobre una idea original del mismo Brignone y de Massimo Scaringella.
En pocos días se filmó en Bomarzo, Italia, sin ensayos, con artistas argentinos,
italianos y locales que se conocieron durante la filmación, este largometraje de
más de dos horas de duración, que constituye una versión libre de la célebre
ópera Bomarzo, de Alberto Ginastera con libreto de Manuel Mujica Lainez, que él
mismo escribiera sobre la base de su propia novela.
El audio de dicho documental es la versión grabada por el elenco original que la
estrenara en la ciudad de Washington el 19 de mayo de 1967, bajo la dirección
orquestal de Julius Rudel
Lo que estaban lejos de imaginar sus autores era que, pocos días después, el
dictador de turno por entonces, general Juan Carlos Onganía, dispuso -mediante–
el decreto nº 8276/67- la prohibición de la obra basándose en la opinión de
quienes le habían transmitido que la historia trataba sobre un noble paranoico,
impotente y, por lo menos, bisexual. Con esos antecedentes, el 18 de julio de
1967 se publicó la disposición oficial de la Intendencia de la Ciudad de Buenos
Aires que prohibía la ópera, por "el argumento de la pieza y su puesta en
escena, reñidos con elementales principios morales”
En tanto el 1 de agosto de 1967 se realizó en el Instituto Di Tella un acto
público de protesta por la prohibición de Bomarzo con la presencia de sus
autores, de Luigi Nono y de cientos de manifestantes. El proceso, a breve plazo,
determinaría la renuncia del intendente de la Ciudad, el coronel Schettini, así
como de otras autoridades, del mismo modo que un palpable deterioro de la imagen
del régimen de Onganía.
La arbitraria, ridícula prohibición provocó que el mismo Luigi Nono, en ese
momento en Buenos Aires, prohibiera la ejecución de sus obras en el teatro Colón
como acto de solidaridad con Ginastera, quien también siguió su mismo ejemplo y
prohibió la ejecución de las suyas en el Teatro Colón.
El gran mérito del documental de Jerry Brignone radica quizá en haber llevado la
acción hasta el mismo lugar en que se desarrolla la acción de la novela
original, esto es, el Parco Bomarzo, donde se encuentran las monstruosas
esculturas de piedra que mandó construir Pier Francesco Orsini, futuro Duque de
Bomarzo.
El 13 de junio de 2003 se estrena en el Teatro Colón una nueva puesta de la
ópera Bomarzo y durante un intervalo se les ocurre al italiano Massimo
Scaringella y el argentino Jerry Brignone la idea de poner en escena la ópera en
su escenario natural: el pueblo y los Monstruos de piedra de Bomarzo, dados los
contactos que desde niño tiene Scaringella con el Sacro Bosque y el municipio, y
Brignone con la ópera desde su primera televisación y luego con su versión
discográfica. Lo que comenzó casi como una broma al pasar, tendrá un eco
insospechado entre las autoridades de la ciudad de Bomarzo.
El efecto de escuchar las voces originales de su estreno, como fondo de algunos
cuadros de la ópera, intercalados con habitantes reales del pueblo de Bomarzo,
resulta profundamente conmovedor.
Los actores que dan vida a los personajes de la historia transmiten convicción y
dramatismo.
El protagonista se debate en su angustia existencial luchando contra sus propios
monstruos interiores y sintiéndose él mismo un monstruo que acarrea su
deformidad física que lo aleja de una vida normal y plena.
Silvio de Narni, otro personaje importante de la historia, astrólogo y
alquimista a un tiempo, se dedicó durante años a buscar, en su fantástico
gabinete de los sótanos del castillo, la fórmula que le procurara al Duque la
inmortalidad augurada. Por fin la obtuvo, y una noche lo convocó, para
comunicárselo.
Casi sobre el final de la obra el Duque de Orsini dice: “Yo ya había realizado
la peregrina, incomparable tarea de metamorfosear a las rocas de mi parque en
otros tantos monstruos gigantescos. Era mi Sacro Bosque, la galería extravagante
que hacía de mí un capitán de monstruos de piedra. Esas figuras -el Elefante,
Neptuno, la Tortuga, el Combate Titánico, el Dragón y los Perros, el Bifonte, la
enorme Ninfa, la Boca del Infierno- simbolizaban los episodios de mi existencia
desconcertante. Nos rodeaban, en el mágico gabinete de Silvio, las estatuas
polícromas de los alquimistas célebres, desde Hermes Trimegisto y Apolonio,
hasta el gran Alejandro, y en tanto que el hechicero preparaba en su alambique
la pócima suprema, me pareció que aquellas horribles formas danzaban como furias
alrededor, contribuyendo a la elaboración del filtro. No me di cuenta de que el
pequeño Nicolás, mi sobrino, siempre en acecho, nos rondaba, ni menos que juraba
vengar a su padre.”
La historia concluye, trágicamente, puesto que se han mezclado el filtro de la
inmortalidad con el filtro del poderoso veneno incorporado por Nicolás, que
acaba con la vida del torturado Duque de Bomarzo.
El video-documental incluye de manera sorprendente, pero en modo alguno
arbitrario, las imágenes de algunos militares de la última dictadura padecida
por la Argentina a partir de 1976, con escenas estremecedoras de policías y
militares atacando y asesinando a ciudadanos en las calles de Buenos Aires.
Como bien expresó la actriz HeIe.na
Barakסvic que dió vida al torturado Duque de
Orsini en este video-documental “…Si bien la ópera Bomarzo dista mucho desde sus
contenidos de lo que ocurría en aquella época, la prohibición que sufriera,
resultaría ser una fidedigna comprobación de la irracionalidad que imperaba y el
modus operandi de aquellos gobiernos que inventarían la palabra "subversión".
Con el paso de los años y el advenimento de las democracias, las obras
prohibidas pueden ser rescatadas; pero las vidas humanas no.“
Son esos nuevos monstruos, cuya acción llevó a la tortura, la muerte y la
desaparición a miles de argentinos, a los que Brignone rinde homenaje de un modo
que impacta.
Esta obra que contó con la contribución de organismos públicos italianos y de la
Universidad 3 de Febrero de Buenos Aires, así como con los auspicios de
instituciones diplomáticas y culturales de Italia y Argentina, constituye una
experiencia única en materia musical y cinematográfica.
Ello es así porque el director ha logrado la perfecta conjugación del drama
musical con el arte cinematográfico dando un paso más allá de lo meramente
documental.
De tal modo que el espectador llega a sentirse fascinado por la historia del
desdichado Duque de Bomarzo, al tiempo que puede conocer el escenario imaginado
por el autor de la historia que constituye de por sí un lugar misterioso pero
tangible.
Y a ello se agregan las imágenes de los sencillos habitantes que hoy viven en
ese lugar, al tiempo que se articula la historia ensamblando los monstruos que
atormentan al protagonista (que a su vez se percibe a sí mismo como un monstruo)
con los personajes que sembraron el terror en la Argentina en un pasado más
reciente.
El video documental de Jerry Brignone es, en resumen, una muestra de que es
posible que el cine documental, el video, y la ópera como drama musical, den
origen a un producto artístico nuevo y tan exquisito como cada una de las ramas
del arte, que ha utilizado el director para transmitir un mensaje de profunda
belleza.