BOMARZO 2007
Fondazione Italiani, 17-11-2008: "Bomarzo 2007: un viaje apasionante y rico en claroscuros"
(traducción de la crítica publicada en
el portal cultural italiano Fondazione Italiani, diario on-line:
http://www.fondazioneitaliani.it
)
El film experimental "Bomarzo 2007" de Jerry Brignone recorre las vicisitudes humanas de Pier Francesco Orsini, Duque de Bomarzo, con tonos fantásticos y poéticos en una obra original e innovadora
por Fabio Massimo Penna
El importante film experimental del director argentino
Jerry Brignone “Bomarzo 2007”, basado en la ópera argentina “Bomarzo” de Alberto
Ginastera y libreto de Manuel Mujica Láinez a partir de su famosa novela
homónima, ha sido presentado el 2 de noviembre en la sala Bill Cosford de la
Universidad de Miami en el marco del Festival Ginastera, y a partir de la óptima
recepción del público, la universidad americana ha decidido incluir otra
proyección en el ciclo de cine latinoamericano que periódicamente presenta a sus
estudiantes. Está prevista también otra proyección de la película, presentada en
el Nuevo Cine Aquila de Roma en septiembre pasado, en el Círculo de Relaciones
Exteriores de la capital romana.
Inspirada en las fantásticas figuras de piedra del jardín renacentista (El
Bosque Sagrado o Parque de los Monstruos, jardín extraordinario e inquietante
realizado por el arquitecto Pirro Ligorio y dominado por estatuas gigantes y
cuevas antropomórficas, tales como la famosa “Boca del Ogro”) de la ciudad de
Bomarzo (Viterbo), esta ópera reviste un particular significado para los
argentinos desde que fue prohibida por la dictadura militar de la época a pocos
días de su primera presentación en Buenos Aires en 1967. Dicha censura ha
transformado en el tiempo a la ópera en un símbolo de los procesos sanguinarios
de represión que por décadas han atormentado al pueblo argentino. Le película
recorre, agregándole una dimensión fantástica, la vida de Pier Francesco Orsini,
Duque de Bomarzo durante el siglo XVI. El duque es transformado por Mujica
Láinez en un jorobado atormentado por sus propios fantasmas interiores. El film
devuelve a Pier Francesco Orsini al sugestivo pueblo de Bomarzo en un trabajo
que tiene como protagonista a los habitantes del lugar, a los cuales se unen dos
actrices argentinas.
La característica que torna único al largometraje es el hecho de que haya sido
rodado en apenas cuatro días, sin ensayos, con la participación de artistas que
no se conocían entre sí y se comunicaban en lenguas diferentes. Además fue
inmediatamente montado en solo seis días para poder ser proyectado frente a los
habitantes de Bomarzo en el marco de acto cultural dedicado a los autores. El
productor ejecutivo Massimo Scaringella y el director argentino Jerry Brignone,
a quienes se debe la idea original, definen al trabajo como un video
documental-experimental por la audaz velocidad de su producción y por el
inusitado resultado audiovisual. Estas características califican de modo
inequívoco el carácter experimental del trabajo que, a través de las propias
imágenes, documenta la “perfomance” actuada en cuatro días de filmación.
Justamente por su carácter innovador, la obra difícilmente puede ser encuadrada
en una categoría específica: dada su naturaleza resulta arduo establecer si se
trata de una ópera filmada, de un documental, de cine experimental o de cine
pobre independiente (todos los artistas trabajaron gratis y la obra fue
realizada con un presupuesto muy reducido).
El largometraje contiene en el fondo las características de todas estas formas
artísticas, pero logra, al mismo tiempo, sustraerse a los aspectos más trillados
de esos géneros, resultando en un film para admirar simplemente como tal: al
cuidado y a la belleza de las imágenes se le empareja un buen ritmo que logra
hacer la película interesante inclusive para quien no ama ni al mundo de la
ópera o del cine documental o experimental.
Las secuencias iniciales proyectan al espectador en un viaje durante el cual
mundos opuestos pero de algún modo emparentados se encuentran y dialogan entre
sí: Italia y Argentina, creatividad y censura, el siglo XVI y el XXI, personajes
locales y forasteros, la compleja vida de un extraño duque renacentista y la
vida cotidiana de los habitantes de Bomarzo, la improvisación y el montaje
elaborado, el arte clásico y moderno, la tragedia y la farsa, la ficción y la
realidad, los suntuosos cuadros de época y aquellos mucho más modestos de la
actualidad, la pornografía (la ópera fue también censurada por sus escenas
eróticas) y el arte visual tradicional.
El resultado es una historia que captura al espectador gracias a actores capaces
de ofrecer interpretaciones de un alto valor expresivo y de demostrar una buena
compenetración, pese a la falta de ensayos, con imágenes de extraordinaria
belleza que enriquecen los momentos más atrapantes de la película. La filmación
y el montaje de Anton Giulio Onofri logran evidenciar la alta calidad dramática
de la inquietante música de Ginastera. La dirección imaginativa de Jerry
Brignone mantiene constantemente la atención del espectador y lo fuerza a
reflexionar sobre la condición humana universal, sobre todo en relación a temas
como el amor (o su ausencia), la muerte, el arte y la política. Por su
naturaleza el film no está destinado a circular en circuitos comerciales, sino
en festivales, centros culturales y embajadas.
Fabio Massimo Penna