BOMARZO 2007
BOMARZO
Ópera con música de Alberto Ginastera
y texto de Manuel Mujica Láinez basado en su novela homónima
LIBRETO
ACTO SEGUNDO
ESCENA XIII: Maerbale
(Los jardines del castillo de Bomarzo, de noche. A un lado se alza una torre, con la logia y el dormitorio de Julia al que alcanza una escalera exterior. El tiempo ha pasado. El Astrólogo está conversando con el Duque, a quien acompaña su esclavo negro, Abul)
PIER FRANCESCO:
Ya viene Maerbale, Silvio, astrólogo.
Ahora es la ocasión. Ahora o nunca.
Ahora he de saber cuál es la intriga
con la que me deshonran él y Julia.
SILVIO:
¿Estás resuelto, Duque? ¿Y el peligro
de provocar, con insensata furia,
lo que tal vez no existe y es un sueño
de la imaginación que gira a oscuras?
PIER FRANCESCO:
Ahora has de inducirlo. Te lo ordeno.
Yo me esconderé allí. Ahora o nunca.
Hace años que me ahondan una llaga
los hierros encendidos de la duda
y tengo que saber.
(Pier Francesco y Abul se esconden entre los árboles y observan. Aparece Maerbale)
SILVIO: (a Maerbale)
Salud, gran príncipe.
Bella es la noche que el amor preludia.
El parque de Bomarzo es como un cuerpo
que vibra y suspira. ¡Escucha, escucha!
¿Oyes al ruiseñor? ¿Oyes la clara
cadencia de los grillos? La ternura
se alza como un perfume del paisaje.
MAERBALE:
Es noche para amar, como ninguna.
Para morir también, pues todo tiembla
con el misterio de las horas únicas,
y los monstruos enormes que mi hermano
manda esculpir en piedras taciturnas,
acechan a quien osa andar por la espesura.
(Julia aparece en la logia)
SILVIO:
Para amar, para amar. Mira, allá arriba,
con su luz desafiándola a la luna,
una estrella entre velos, entre nubes,
que a Bomarzo ilumina: Julia.
MAERBALE:
¡Julia!
SILVIO:
Sube allí, Maerbale, pues te espera.
MAERBALE:
¿Qué dices, tentador?
SILVIO:
La noche es tuya.
(Silvio parte. Entra el joven Nicolás Orsini, hijo de Maerbale, se esconde y observa, sin ser visto. Maerbale va hacia ella)
NICOLAS ORSINI: (aparte)
¡Mi padre! ¡Va ascendiendo hacia la cámara de la Duquesa Julia!
PIER FRANCESCO:
¡Ay Julia! ¡Ay, Julia,
ya sube la traición hacia tu lecho!
(Maerbale entra en la logia. Julia se asombra al verlo)
JULIA:
¿Qué te trae a mi estancia, hermano?
¿Qué es lo que buscas?
MAERBALE:
La noche de Bomarzo es tan hermosa
que sólo la derrota tu hermosura.
Tú eres como la noche, misteriosa,
perfumada, por ti canta en la ilusa
noche la voz del ruiseñor.
JULIA:
¡Calla, calla! La negra noche enluta
la campiña y sus monstruos de piedra.
¿Qué quieres? ¡Ay, mis manos,
deja mis manos, Maerbale!
MAERBALE:
Tanto aguardé este instante, corrompiéndome
lo mismo que una inmóvil fuente turbia...
Dame tus labios una vez. Presiento
que la muerte aletea en la penumbra.
JULIA:
¿A tu mujer y al Duque has olvidado?
Déjame, Maerbale. Deja a Julia
siempre sola.
MAERBALE:
A la noche besaré
y a Bomarzo, en tu fina boca pura,
una vez, una vez, una vez...
(la besa)
PIER FRANCESCO:
¡Maldito pérfido!
Sobra con esto, Abul. Ve, ve. Procura
que baje y luego harás lo que ya sabes.
(Abul sale de su escondite y avanza hacia la logia)
NICOLAS ORSINI: (todavía escondido)
¡El paje de mi tío Pier Francesco!
(Abul mueve las ramas. Julia aparece en la logia)
JULIA:
¡Alguien en el jardín!
¡Ay, será el Duque! ¡Véte!
MAERBALE:
¡El jorobado!
(Julia lo empuja y él comienza a descender, pero Abul se esconde nuevamente. El joven Nicolás Orsini aparece desde su escondite)
NICOLAS ORSINI:
¡Huye, padre! ¡Traición! ¡Alguien se oculta
y te vigila! ¡Escapa pronto, pronto!
(Maerbale tienta inútilmente por la espada que no está usando. Huye, perseguido por Abul, que blande una daga reluciente. Nicolás corre tras ellos. Aparece el Duque)
PIER FRANCESCO:
¡No lo pierdas, Abul! ¡Mátalo! ¡Clávale una
y otra más puñalada y otra y otra!
¡Mata con él, Abul, mi desventura!
¡Mátale
y que yo no te vea nunca!
¡Ah, nunca jamás!
(Se escuchan gritos de Julia desde la logia y de Maerbale fuera de escena. Pier Francesco abraza a su esposa violentamente)